sábado, septiembre 07, 2024

Joaquín Lera

 Joaquín nos cuenta por Facebook.

Canción:
“BUENOS AIRES”.
Cuando llegué por primera vez a Buenos Aires, para dar un concierto en el Teatro Metropolitan de esa hermosa ciudad, al salir del aeropuerto de Ezeiza, me estaba esperando con los brazos abiertos mi buen amigo Alejandro Romano.
En una de las fotos nos podéis ver juntos tomando un refrigerio en un boliche del barrio de Boca, muy cerca de las casitas de colores de Caminito, donde hasta las paredes bailan tango.
Lo primero que hizo este hombre irrepetible antes de llegar al hotel, fue llevarme a comer un asado, regado con una botella de Malbec, a un restaurante del barrio de Palermo, asado que estaba para chuparse los dedos.
En los días posteriores, fueron varios los asados que nos metimos… y varios los caldos que cayeron en la fuente de nuestras tripas.
Pero la comilona que nunca olvidaré fue a la que me invitó en su maravillosa casa, rodeado de su mujer, sus hijos y otros cuantos seres encantadores.
Este buen hombre, amigo para siempre, además, es un melómano contagioso.
Sabe de la canción de Autor lo que no está en los escritos… a un lado y otro del charco.
Su sabiduría no solo es musical.
El templo que regenta, al que llama con acierto: “Templo de Las Borracheras” es un auténtico museo.
Yo lo describiría como templo del buen beber, del buen comer, del buen cantar y del no querer marchar.
En fin… estimado.
Hoy, revolviendo, me he encontrado con unas fotos de cuando estuvimos compartiendo tertulia en mi estudio a las afueras de Madrid, disfrutando como enanos.
Han sido tantos los recuerdos que me han venido a la memoria, que mi deseo es compartirlo contigo y con el mundo.
Eres auténtico querido Ale.
Os tengo mucho cariño a ti y a tu hermosa familia.
Permítanme que hoy dedique esta canción, que empecé a escribir en Buenos Aires, a mi compadre Alejandro Romano, para agradecerle el trato recibido y el cariño con el que siempre me ha tratado.
Eso si boludo… cuando vuelvas por estos lares no olvides llamarme. Tengo muchas ganas de darte un abrazo.
Aquí tienes tu casa abierta de par en par.
Cantaremos y oleremos a corcho de uva. Brindemos.
Luego nos tiramos al río o al mar.
Ya lo vamos viendo.
Un abracadabrazo siempre.
*Posdata:
Esa canción la compuse en Argentina para una dama maravillosa que me robó el corazón a la que amé sin medida.
Todavía me hace tilín al recordarla. Estoy seguro que no se enojará si esta vez y sin que sirva de precedente hoy se la dedique a mi amigo Ale.






0 comentarios: