viernes, mayo 23, 2025

Carlos Salem

Te extrañan las flores de papel
que llevan tu nombre
en cada pétalo.
Los animales pequeños
y domésticos que invento
y que te encantarían
se burlan de mi espera.
Es preciso que regreses ya,
querida.
Lo recomiendan, en silencio,
los pasillos.
Lo ruegan las señales horarias
de la radio.
Lo decretan, infalibles,
los libros de estilo.
Lo reclaman, tan cansinas,
las campanas.
Ayer abrí un pez
y en vez de entrañas,
tenía dentro tulipanes
y lirios blancos.
Soy un augur que adivina el pasado.
Y tú te aburres,
sirena en la montaña.
Te he llamado con nombres inventados,
protegiendo tu intimidad
de los fisgones.
Pero ambos sabemos
que lo nuestro
no obedece al algoritmo
y su tiranía,
ni responde al reloj
de la estadística.
Lo nuestro, no responde,
pero sabe.
Es hora ya de que vuelvas a casa,
poesía.



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