Ciudad de Mil Poderes.
Así le canta De Gregorio a la ciudad en la que residió tantos años, y que ahora acoge durante unos días a los bloggeros que os escriben.
Rosario es un lugar tranquilo, si es que ese adjetivo se puede aplicar por estas tierras para algo que no sea la vida en el campo o la montaña. Pero lo cierto, es que lo que más hemos hecho hasta este momento es caminar por los numerosos y enormes parques que se extienden por toda la ribera del río Paraná que, según me han chivado por ahí, en guaraní significa río que se mezcla con el mar. Leer crónica.