Una bandurria universal
La vida del zaragozano Javier Mas cambió el verano de 2007 en que recibió la llamada de Leonard Cohen para que le acompañase en su gira mundial. Con un instrumento: la bandurria.
De vez en cuando recibo noticias suyas: «Estoy en Estocolmo ». O «Acabamos de llegar a Sydney». El mundo se ha convertido en un lugar donde trabajar para este chico de zapatos la Alicantina, de la calle Don Jaime. Su vida desde hace seis años es un avión privado y un escenario.
Cuenta Javier Más que nunca sospechó que aquella tarde de verano de 2007 en que sonó su teléfono, en un minuto iba a cambiar su existencia radicalmente. El teléfono devolvió una voz ronca, muy grave, que se expresaba en inglés: «Hola Javier, soy Leonard Cohen». Javier se aturdió por un instante pero no dudó de que aquella voz era auténtica: nadie próximo a él era capaz de imitar ese tono inimitable, nadie podía hablar como Leonard Cohen.
El cantante canadiense le proponía algo insólito: «Javier, he conocido tu trabajo y te pido si me puedes ayudar en mi próxima gira». En efecto, ningún español te iba a contratar pidiéndote colaboración, más bien el trato suele ser: «He pensado en ti para que toques conmigo». No es lo mismo. Nota aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario