martes, abril 21, 2020

Rafa Mora

SOÑAR,
como sueñan los niños,
con el alma inocente,
con el tiempo empedrado.
Soñar.
Y no desistir del milagro.
A pesar del abismo,
del incierto futuro,
del color malherido.
Soñar.
Para renacer.
Para vivir.
Para restaurar la dignidad.
Soñar,
y no dejarse, jamás, morir.


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