A CONTRALUZ
A contraluz, nacemos.
Sin observar el mundo.
Desgastando la esencia de los días.
Abrazados a un constante infinito.
A contraluz, vivimos.
En refugios de alcanfor.
Atrapando emociones con redes de banda ancha.
Con la inercia destemplada
y derrocando utopías.
A contraluz, soñamos.
Y nada permanece.
Todo gira en un carrusel de luz.
En un tiempo de escaleras.
En un cerrojo
efímero,
cíclico
y oxidado.
A contraluz, morimos.
Y rompen las sombras el faro que disipaba la niebla.
Y queda la ropa tendida en mitad de la nada,
y en silencio, sin prisa,
acontece la lluvia.
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