En Mi Cuarto
En mi cuarto vigilo el sueño de la sirena,
La paz de los niños,
Los zapatos rebeldes, amontonados.
Percibo pájaros, y automóviles
Que entran y salen por la ventana,
La artrosis del ascensor,
Y el martillo de algún frustrado carpintero.
La mañana está sucia de ruidos,
Y no hay jabón para tantos siglos.
A veces me pregunto como estaré
Cuando pueda describir todas las mañanas,
Y el nuevo Sol traiga ecos de nuevas despedidas.
Mientras pueda abrazar a la sirena
Desaparecerá la cola de pez
Y surcaremos el mar en tierra.
Por el momento, con eso me basta.
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