Pilar Escamilla Fresco nos cuenta en su Blog.
DECLARACIÓN DE INTENCIONES
Nos reunimos, charlamos, hilamos versos y somos libres. Somos mujeres, madres, tías, abuelas, hermanas, hijas, escritoras, amantes, trabajadoras, amas de casa, luchadoras, idealistas, soñadoras…
Nuestro hilo es la palabra, el verso nuestra arma y la lengua la artillería que usamos para defendernos.
Somos violetas. Y nos reunimos a tejer palabras con nocturnidad y alevosía. Quien nos quiera escuchar, que nos siga de cerca.
Sed bienvenidas y bienvenidos a esta nueva entrega de nuestro FILANDÓN VIOLETA.
Según la RAE éstas son las tres primeras definiciones (las más usadas) para el término abismo. El primer libro de Andrea Mazas, Mi columna vertebral, acaba con:
… soy el abismo entre la que fui y a la que voy
Y el segundo libro, recién salido de imprenta, de Andrea, se titula “Un abismo que no se canta”.
Entre tanto abismo, habrá que intentar averiguar a cuál se refiere nuestra protagonista. Busquemos entre sus letras.
Hoy os traigo a una poeta enamorada de la vida, aunque esta a veces le duela. Una mujer cuya luz llega a quien la mira, a pesar de los abismos de los que habla. Andrea Mazas lleva en los escenarios madrileños más de una década. Ya en 2013 mis queridos Rafa Mora y Moncho Otero le dedicaron uno de sus magníficos “Versos sobre el pentagrama” del mítico Café Libertad 8, donde musicalizan a poetas que les hacen vibrar. Y he de decir que en 2013 nuestra protagonista aún era inédita. Su voz y su palabra, habían llegado a la gente y a los escenarios madrileños antes que a la imprenta.
Pero, lo primero, el principio. Os dejo con una pequeña biografía para que podáis acercaros un poco a nuestra protagonista de hoy.
Es licenciada en Comunicación Audiovisual, editora y correctora profesional. Ha participado en diversas publicaciones colectivas, como Punto de Partida (UNAM, 2010; selección de Ben Clark); Qué será ser tú. Antología de poesía por la igualdad (Universidad de Sevilla, 2018; selección de Ana Pérez Cañamares y María Ángeles Maeso) e Insumisas. Poesía crítica contemporánea de mujeres (Baile del Sol, 2019; selección de Alberto García Teresa), entre otras. En 2010 coeditó con Marta Viera Adán y Eva, de Jaime Sabines (Ediciones Mar Futura), y en 2017 publicó Mi columna vertebral (Baile del Sol). Un abismo que no se canta (Lastura, 2024) es su segundo libro.
La mirada de Andrea es transparente y penetrante. Te mira queriendo mirar más allá de la superficie. En sus textos podemos apreciar cómo bucea en esa profundidad propia y del prójimo, cómo siente, ama, se duele, denuncia, y grita al mundo.
Andrea Mazas publicó su primer poemario en formato libro-disco, acompañada de su pareja, el músico Antonio de Pinto, quien convirtió en canciones 12 de los poemas de la autora y que pueden escucharse en Spotify. En Mi columna vertebral podemos ver la voz de una poeta que ya entra en el escenario literario con un bagaje de lecturas y vivencias que la hacen experta en su primera presencia. Una voz madura que te transmite amor por la palabra y por la vida.
Pero queridas y queridos, estamos de estreno. La semana pasada se presentó en sociedad su nuevo poemario titulado Un abismo que no se canta. Esta vez viene de la mano de la Editorial Lastura, donde Lidia López Miguel, el alma de esta editorial, ha sabido reflejar en formato y forma la esencia de ese abismo que nos entrega Andrea. A fecha de publicación de este artículo, aún no tenemos otra fecha ya confirmada de más presentaciones, pero sabemos que están en ello. Así que atentos a las novedades porque si os pilla cerca, creo que disfrutaréis mucho de ir a verla.
Una manera cercana de aproximarnos a Andrea Mazas es a través de su perfil de Instagram, bastante activo, donde podréis leerla, verla, escucharla y, si os pilla por la zona, ir a disfrutar de las próximas presentaciones de su nuevo libro. Y por supuesto, si vais, pedidle un autógrafo. Crónica aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario