Un puñado de canciones con olor a tierra
La cantante reunió temas que le reflejan hitos del año 1983: el nacimiento de su hija, la publicación de su disco debut y el regreso a la democracia. “Todas las piezas son sorpresas para el que tiene en sus oídos el original”, define.
Julia Zenko disuelve un eje en tres para explicar por dónde orbita Mi libertad, su último disco. Los tres giran sobre el mismo año (1983) y reflejan pequeños hitos en su vida: el momento de su disco debut (Vital); el del regreso a la democracia y el del nacimiento de su primera hija (Laura). “Sí o sí quería grabar un disco, primero fue eso y después, buscar causalidades”, arranca ella, intentando ordenar el relato. Lo primero, entonces, fue hurgar en temas de autores relacionados directamente con la segunda primavera democrática. Pensó en Víctor Heredia y concretó con “Ayer te vi”; pensó en León Gieco y concretó con “Cinco siglos igual”; pensó en Piero, y concretó con “Soy pan, soy paz, soy más”, y pensó en Luis Gurevich para que los arreglos de tales elecciones pinten su voz con mejores colores. Nota aquí.
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