OCTUBRE, OCTUBRE
Sábado de octubre y una mano, quizás amiga, que se lleva la luz para que sobre nosotros caía la hora señalada. La exactitud de los relojes sosteniendo el paso firme de quien vive en la calle y cuando llega el silencio construye su casa. Hacerle un agujero a la cara más hermosa de la noche y encontrar las mejores respuestas, descubrir que la infancia está a menudo en la boca de otros y que a veces también lo está el porvenir. Rodolfo Serrano, hablando de su padre y de pronto, mi abuelo Antonio tan guapo como Gary Cooper golpeando la parte más oculta de mis ojos. Crónica aquí.
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