Joan Manuel Serrat

Dani dice que es el más grande

En persona, Joan da un poco de miedo al principio, y luego un poco más

A estas alturas del disco, hace ya mucho tiempo que a Joan Manuel Serrat se lo admira de usted y por una cantidad de razones que no pueden contarse con los dedos de la mano; pero sobre todo porque gran parte de lo que ha escrito son palabras mayores y porque sus historias no pertenecen a nuestros recuerdos, sino a nuestra memoria, no son algo que le ocurrió a él sino a nosotros: son una parte de nuestra vida que, de alguna manera, él se encargó de vivir en nuestro nombre. El Nano es único porque supo ser cualquiera, como todos los que logran la hazaña que persigue cualquier autor serio, que no es otra que escribir la autobiografía de los demás. Por lograrlo una y otra vez, desde Mediterráneo hasta En tránsito o Cada loco con su tema, es por lo que le hemos subido a esos altares donde se les ponen velas a los santos por lo civil. Y en su caso, no es sólo que la procesión vaya por dentro, con lo cual nunca pasa de largo, sino que además las imágenes que salen a hombros son las de Antonio Machado y Miguel Hernández, a los que dedicó tres discos memorables; son el Mario Benedetti de El sur también existe y, por supuesto, su Lucía, su Curro el Palmo y su Merceditas la del guardarropa, su fantasma del Roxi y su Penélope… Nota aquí.