miércoles, agosto 22, 2018

Ana Montojo

El beso de mi padre
Mi padre se peinaba 
con el pelo hacia atrás.
Yo lo admiraba.
Tenía el cabello gris. Y la sonrisa
un poco apesumbrada.
Le recuerdo a menudo,
su cojera de frío
y el beso que me daba
al encontrarnos.
Ahora son mis hijos
los que ponen
su boca en mis mejillas
y me siento
lo mismo que mi padre:
vencido y tan contento
de comprobar que la vida
se repite en un beso
al que nunca daremos importancia.


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