Manu Chao: crónica de la estrella que dio el gran portazo al sistema
El cantante, que desapareció renegando de la fama, prefiere actuar en bares, apoya causas minoritarias y regala canciones. Estos días el coronavirus le devuelve a la actualidad.
Ocurrió en uno de los momentos más altos de su carrera, después de cerrar la etapa de Mano Negra y justo antes de publicar su primer disco en solitario, Clandestino. Era julio de 1998 y Manu Chao (París, 58 años) se había embarcado en un proyecto llamado La Feria de Las Mentiras, un festival que reunía a malabaristas, djs, conciertos, teatro … Un proyecto ambicioso que le llevó meses de preparación y una celosa tarea de contabilidad para que no fuese deficitario. Se eligió para desarrollarlo Santiago de Compostela, el Mercado de Ganados de Salgueiriños. Miles de personas habían comprado la entrada por 5.000 pesetas. El recinto estaba vallado y se había contratado a una empresa de seguridad para controlar los accesos. Pero algunos encontraron un lugar poco vigilado. A unos minutos de empezar, Manu Chao se encontraba allí, ayudando a un grupo de gente a colarse. El jefe boicoteándose a sí mismo. Empujaba una de las vallas y animaba a entrar a los que no habían pasado por taquilla. “Venga, venga, rápido, pasad”. Los espectadores furtivos no reconocieron al cantante, con la cabeza encapuchada. Han pasado más de dos décadas de aquello y Manu Chao no ha hecho más que acentuar este espíritu indómito, temerario y contradictorio. Nota aquí.
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