Hombro con hombro
En la fiesta de Azorín
(San Sebastián de los Reyes),
la amistad puso sus leyes
y se consumó el festín.
Para abrazarle vinimos
y darle, porque le dimos,
nuestro cariño a Manolo.
El poeta no está solo
y, entre recitados trinos,
palabras de autoridad,
hermanamos la hermandad
del poeta. Luego supe
que ha venido Guadalupe,
poeta con su orfandad.
Murió Félix, murió Paca,
no nos cuida la baraka,
rosario de mortandad,
que Lupe se muere ahora,
y lloramos pues la hora
nadie la sabe en verdad.
Que la memoria se ocupe
y que el cosmos nos agrupe
en su inmensa soledad.
La nuestra se llama Lupe.
[Rafael Soler me abraza y abraza a J. M. Causín. Causín abraza a
Manuel López Azorin
. Manolo abraza a David Morrello y yo abrazo a Guadalupe Grande
, poeta, hija de poetas: Francisca Aguirre y Félix Grande. Y abrazados seguimos, en la vida y en la muerte].
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