domingo, enero 16, 2022

Aníbal Troilo

 "Siempre estoy llegando", nuevo libro dedicado a Aníbal Troilo

El cantante, compilador y melómano Fernando Vicente y el guitarrista y docente Javier Cohen hicieron un trabajo exhaustivo sobre la vida y obra del gran maestro del tango. 

Si siempre está llegando, “Pichuco”. Tal vez no con la intensidad de cuando, al cumplirse cien años de su nacimiento en 2014, su nombre, sus músicas y su vida explotaron en mil homenajes aquí, allá y en todas partes. Pero siempre está llegando. Y esta vez –como tantas otras, claro-- en forma de libro. Siempre estoy llegando se titula, justamente, como la frase que el mismo Aníbal Troilo inmortalizó en la narración de “Nocturno a mi barrio”. Lo pueblan generosas 463 páginas. Y lo escribieron a cuatro manos, el productor, cantante, compilador y melómano, Fernando Vicente, y Javier Cohen, guitarrista y docente. “¿Por qué Troilo?, bueno, básicamente por algo inexplicable: la emoción que trasmiten sus interpretaciones, esas que te mejoran la vida”, contestan ambos, al unísono.

Y fundamentan, claro: “Tal vez él no sea un crossover como Piazzolla o Gardel, pero escuchar a su orquesta es el medio ideal para empezar a comprender en profundidad al tango. Troilo, tanto como Gardel y Astor, son figuras icónicas inspiradas en otros artistas menos relevantes, y al mismo tiempo inspiradores para los artistas que vinieron después… es que 'Pichuco' siempre está ahí, esperándote”, coinciden los autores de Siempre estoy llegando (el legado de Aníbal Troilo), recientemente publicado por la editorial Libros del Zorzal.

De escuchar sus orquestas pues entonces se trata el trabajo. De escucharlas, pero a través de la palabra de muchos músicos que los acompañaron; del tamiz de perspectivas musicológicas que –felizmente- los autores bajan a lenguaje humano; de la digitalización de los manuscritos de la orquesta a la que los autores tuvieron acceso; de la lista de arreglos, formaciones y discos, que configuran la coda final. Y, fundamentalmente, de las causas que lo llevaron a ser un personaje reverenciado musical y humanamente tanto por sus pares como por sus admiradores.

Para ello, Cohen y Vicente dividen vida y obra del personaje en cuatro etapas, y pendulan entre la “objetividad” técnico-musical, y una entrañable pintura subjetiva sobre el personaje. “Esta fue una de las premisas fundamentales”, asegura y acentúa Cohen. “Me refiero a salir del museo y hacer una guía de apreciación musical apta para todo público. No sé si teníamos una estrategia narrativa para lograrlo, pero sí estaba clara la intención de hacer un libro acerca de la argentinidad, contada a través de la obra de un músico popular”. Nota aquí.



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