"Es más inclusivo lo femenino que lo masculino"
'Rainbow', la nueva película del director que adapta 'El mago de Oz' y que protagoniza Dora Postigo, irrumpe en el velódromo como la explosión de libertad sin reglas ni géneros ni banderas que quiere ser y es.
Hay películas pensadas no tanto para ser vistas como bailadas. Con todo lo que eso se significa. No queda claro quién fue el que dijo que escribir de música era como bailar de arquitectura (¿Frank Zappa? ¿Elvis Costello?), pero está claro que sentarse a ver 'Rainbow', la última película de Paco León basada lejanamente (o no tanto) en 'El mago de Oz' y que se estrena el domingo en el velódromo de San Sebastián, se antoja complicado sin espacio para mover los pies hasta la altura de la cadera. Y no hablamos tanto ni del ritmo ni de lo que se escucha, como de la propia actitud absolutamente desprejuiciada y libre con la que el realizador afronta su trabajo. Paco León no dirige, deja hacer; no ordena sino que desorganiza; no obliga a nadie a que se aprenda el libreto sino que exige que después de memorizado se olvide. Y eso, ahí está, en la pantalla. Pura libertad.
"Recuerdo que me reuní con Dora (Postigo) y le pedí que leyera el guión, pero que no se lo aprendiera. Me bastaba con que se quedara con el espíritu del personaje y de la historia", dice León a la vez que levanta acta casi de forma involuntaria del sentido (o sinsentido) de todo lo que hace, de todo lo que toca. De la que habla es de la protagonista de su película. Ella es creadora de músicas, artista multidisciplinar y celebridad de cuna por ser hija de Bimba Bosé; lo que la convierte en bisnieta de Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé, además de en algo (no queda claro qué) de hasta la mismísima Ava Gardner. Se diría que el prodigio genealógico de Dora en la vida real y de Dora en la pantalla (así se llama el personaje de ficción) la emparenta de alguna rara y metafísica manera con el otro prodigio que fue la clásica y célebre Dorothy de Judy Garland. Nota aquí.
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