jueves, febrero 20, 2025

Rafa Mora

 LA FELICIDAD

Espera sentada en las escaleras del tiempo.
Es frágil,
incolora,
invisible ante la niebla que vertemos sobre ella.
Nos visita a menudo pero no la reconocemos.
La ignoramos constantemente.
Sin piedad.
Y se va, claro que se va.
Como no marcharse
ante tanta indiferencia.
Vuelve a sentarse y espera.
Ella siempre espera y teje hilos de luz.
Y mientras,
desesperamos.
A pies juntillas creemos que jamás llega,
sin percatarnos,
que la tenemos sobre los pies y que estamos bloqueando, estúpidamente, cada uno de sus accesos.



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