miércoles, marzo 12, 2025

Ismael Peña

 Ismael, el folclore hecho vida

El folclorista y músico segoviano sigue activo a sus 89 años y confía en que Segovia acoja su legado de recuerdos y documentos históricos

"El folclore es la esencia espiritual de un pueblo, sea culto o inculto». Esta definición está acuñada tras más de siete décadas de vida, investigación y divulgación en las que Ismael Peña Poza (Torreadrada, 1936) ha conseguido que su nombre figure con letras de oro en la historia de la música tradicional española y castellana en particular. La historia del músico y folclorista es la de un hombre inquieto desde su niñez, cuando escuchaba en su pueblo natal las canciones que sus mayores cantaban en las fiestas y solemnidades y que pronto quiso reproducir y cantar con su propia voz.

A sus 89años, Ismael conserva intacta la inquietud de su niñez, y solo la inevitable merma física fruto del paso del tiempo es capaz de frenar sus proyectos, siempre relacionados con la música y la divulgación. Así, trabaja desde hace algunos meses en un cancionero sobre la traición musical de ávila, y prepara su intervención en un concierto de homenaje al director del Museo Etnográfico 'El Caserón' de San Sebastián de Los Reyes (Madrid) en agradecimiento a la labor que ha realizado en este ámbito, y que compartió con él durante muchos años.

Pero lo que le mantiene activo es su lucha constante por llevar a cabo la vieja aspiración de reunir en un museo o en un espacio expositivo las valiosas colecciones que ha ido conservando a lo largo de su carrera. Así, ya ha conseguido tener en Cádiz un hueco para exponer una interesante colección de marionetas con cerca de medio millar de piezas que conforman el 'Museo del Títere' y en la localidad madrileña de Navalcarnero se puede ver una magnífica selección de piezas de alfarería donadas por el músico segoviano.

Pero Ismael  quiere que Segovia sea el lugar elegido para exponer el grueso de su ingente patrimonio cultural amasado a lo largo de su carrera. Posee un impresionante conjunto de más de un millar de instrumentos de música, 2.000 juguetes, 600 trajes o 500 bordados, y centenares de utensilios procedentes del mundo rural. Sin olvidar un singular grupo de botijos pintados por artistas como Dalí, Sempere, Viola o Barjola que no hace mucho tiempo pudieron verse en el patio de columnas de la Diputación Provincial.

«Creo que sería justo y que sería honesto y honrado por mi parte  que todo  quede en Segovia y que esas colecciones de un segoviano no se vayan fuera, que se queden en Segovia», asegura el músico y folclorista. Asegura mantener contactos para ello con la Diputación Provincial, que ha mostrado su interés por poder asumir el proyecto de un museo etnográfico que pudiera albergar toda su herencia documental. Mientras tanto, confía en que los compromisos verbales de las autoridades provinciales puedan materializarse en hechos concretos, y expresa que su máximo deseo sería poder ver todas sus colecciones formando parte de un espacio cultural «en el que pudieran disfrutar todos los segovianos». Nota aquí.



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