En primera persona: cómo se hace desde el viñedo un vino “perfecto” de 100 puntos
En plena cosecha, llegamos a Altamira, de donde salió el mejor vino de Argentina para la crítica internacional durante el año pasado acompañados por Federico Gambetta, enólogo de Alto Las Hormigas.
Desde el Paraje Altamira, al sur de San Carlos, en el cuartel número 15 del viñedo Jardín de Hormigas, de la bodega Alto Las Hormigas, nació el último vino “perfecto” que dio la vitivinicultura argentina, de acuerdo a la crítica internacional. Se trata de Altos Las Hormigas Jardín Las Hormigas Los Amantes 2021, que durante 2024 fue puntuado con 100 puntos por parte de Tim Atkin.
Hasta allí llegamos en plena vendimia para conocer los secretos que guarda la elaboración de un vino de alta calidad en la vitivinicultura argentina. De la mano de Federico Gambetta, enólogo de la bodega, recorrimos el viñedo y nos contó en una entrevista con MDZ Online cómo se llega a la excelencia y compartió su visión de algunos puntos claves de la industria.
-¿Qué características tiene este viñedo?
-Este viñedo se plantó hace ya ocho años de una manera bastante particular, con mucha biodiversidad y por tipo de suelo. Creo que resume un poco una búsqueda de los dueños de Altos Las Hormigas que arrancó hace 30 años, con el cual buscaban llevar al Malbec a sus nuevas fronteras.
-En el recorrido algo que llama la atención son las imponentes piedras al costado del camino, ¿cómo llega eso al vino?
-Mi abuela siempre usaba el cuarzo en su billetera. Ella me hablaba del cuarzo, de la energía, de esas cosas. Era su esencia. Está siempre muy presente conmigo. Y este viñedo está repleto de piedras de granito y el granito está compuesto por cuarzo. Es un viñedo repleto de piedras de mi abuela. Este viñedo, además de su fundamento técnico, tiene una energía muy muy particular. Creo que eso sí después es bien llevado al vino, se siente de cajón.
¿Cómo fue llegar a los 100 puntos?
-Siempre digo y lo voy a repetir que a los 100 puntos la mejor forma de tenerlos es no buscarlos. Pero no vine desde la humildad eso, viene de a dónde apuntás tu propósito. Hay una frase muy linda que dice que cuanto más plata quise ganar, menos plata gané, porque pensaba en las plata y no en el propósito. En el caso de los 100 puntos, es algo parecido en sentido de que tu propósito en realidad es otra cosa, es un vino que transmita energía, que esté hecho con biodiversidad, que tenga tensión, que tenga textura, que tenga placer… Esa fue la búsqueda nuestra desde el comienzo. Después, por supuesto, los 100 puntos quizás fueron una consecuencia de esa búsqueda. Por supuesto, no es que no nos alegró conseguirlos, al contrario, uno también siempre busca la perfección. Nuestra búsqueda es la excelencia y los 100 puntos fueron una consagración desde esa excelencia. Nota aquí.
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