Paseo con Pato Courtois por la historia del vino
Patricia Courtois relata la historia del vino en Argentina en un menú de 14 pasos en el restaurante Cinco Suelos de la Bodega Familia Durigutti Winemakers, en Mendoza.
Cuando uno se sienta a comer, se activa algo así como una expectativa. No es solo el hambre; también existe un pedido de información que viste los ojos de brillo y los oídos de ganas. Comer es una cosa y alimentarse es algo bien diferente, y de eso sabe mucho Patricia Courtois, a quien le toca crear un menú que logre poner el vino en primer plano y contar su historia centenaria en el continente a lo largo de 14 pasos en el Restaurante Cinco Suelos de la Bodega Durigutti Family Winemakers.
La experiencia es fascinante, no solo porque la bodega tiene los vinos que este menú requiere; una amplia paleta de estilos que abrazan épocas y emociones distintas, sino porque es de los pocos maridajes donde realmente el que lleva la batuta es el vino, que los platos, que intentan acompañar con emociones lo que cada década tiene para decir, pierdan entidad.
Patricia sabe que lo difícil es poner su cocina en función de la experiencia y no al revés, pero ese es el desafío que la convoca: “cocino para que las emociones y la historia fluyan, no para ponerme en primer plano. A veces existe la tentación de hacer entrar a la fuerza algo que se pensó, pero acá lo importante es contar la historia del vino a través de emociones. Cocino lo que el menú necesita para lograr contar la historia”.
Esa determinación de priorizar la experiencia no va ni por un segundo en detrimento de la alta calidad de sus técnicas y sabores como cocinera. El menú acompaña cada inflexión de una historia donde el estilo del vino cambia de variedades, gusto y rol social.
“Este restaurante de bodega se pensó para honrar Las Compuertas», cuenta la ganadora del Gran Prix de Baron B en 2018. Entonces, con Martín (Krawczyk), nuestro sommelier hasta hace muy poquito, pensamos este menú justamente para honrar el vino desde la cocina. Trabajar en un restaurante de bodega trae aparejado un compromiso grande, que es hacer que el vino —que es bueno— se vea mejor todavía. A veces la cocina y el vino quedan desconectados, cuando en realidad bailan juntos una danza que habría que incentivar. Este menú tiene varias aristas que lo conectan. Una tiene que ver con la variedad de vinos que Pablo y Héctor vienen haciendo a través del tiempo, la diversidad de estilos y formatos que se hicieron en Argentina. No es fine dinning, sino pequeños bocados que muestran cada momento histórico. Catorce momentos que recorren las décadas donde consideramos que hubo cambios significativos en el vino”. Nota aquí.
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