"Yasmina Reza escribe sus obras desde las vísceras"
Los actores decidieron hacer su propia versión de la obra de la autora de ART, a quien le gustó la idea de la puesta y la pareja protagónica. "Escribe con maestría, encontrando situaciones dramáticas como excusa para desarrollar los grandes temas de la literatura", afirman ellos.
El hombre inesperado, una de las grandes obras de Yasmina Reza, multipremiada escritora, actriz, novelista y dramaturga francesa, saltará la barrera idiomática para seguir por el andarivel de los sentimientos de dos pasajeros de un mundo interior. Es que el viernes 11 de abril a las 20.30 en el Teatro Maipo se conocerá la versión argentina de esta historia de una mujer que se encuentra ¿fortuitamente? en un viaje en tren con un hombre, que resulta ser el escritor que ella lee habitualmente. A la calidad de la obra de la autora de ART, se le suma que los directores y protagonistas de El hombre inesperado son dos animales de la actuación: Germán Palacios e Inés Estévez. Las funciones también serán los sábados a las 21.
"Fui convocada por Germán. Me preguntó si me podía llamar, yo estaba manejando, me llamó y cuando me llamó me propuso esta obra, que yo había visto y me había fascinado. Y sentí que bajaba Dios, sentí que era un proyecto que tenía todo que ver con lo más genuino de mi búsqueda artística y profesional, y me encantaba volver a trabajar con él, algo que habíamos hecho solo dos veces en cine hace muchos años", cuenta Estévez en la entrevista con Página/12. A su lado, Palacios completa: "Estaba viendo el material en soledad y estaba enloqueciendo un poco. Lo tenía hacía varios meses y venía estudiándolo, empecé a interpretarlo y a pensar también un poco como director, inevitablemente, con posible puesta en escena y todo. Y necesitaba una compañera sí o sí para empezar a madurar. Así que fue mágico porque Inés también era inequívoca para mí. Fueron las ganas, y fue shockeante llamarla y que me dijera que sí al instante. Y empezamos a trabajar ya así: ella en el auto manejando y conversando. Después, también coincidimos mucho en la lectura del material, en la interpretación y una afinidad natural que hace que sea más fácil compartir la dirección".
-Además de dirigir, ¿la idea fue siempre que fueran ustedes los protagonistas o es algo que después se dio con el correr de las charlas?
Germán Palacios: -No, partía de la base de que la actuáramos, primero que nada.
Inés Estévez: -Lo de la dirección vino después. El tenía la idea de dirigirla, pero la idea era, en principio, actuarla los dos, y después me ofreció compartir la dirección. Y ahí ya se terminó de cerrar todo, porque veníamos muy coincidentes en relación a lo que haríamos con la puesta, con la obra, con la imagen. Y llegó un momento que nos pareció que estaba tan avanzada esa idea que trasladársela a una tercera persona iba a ser un incordio.
G.P.: -Ya era difícil, estábamos muy, muy avanzados. Es una muy linda decisión, muy linda experiencia, porque uno no está acostumbrado a estar en los dos lugares. Pero para nosotros la idea de esta obra es como quien hizo un pan: es un proyecto muy particular en ese sentido y es como que veníamos amasándolo y amasándolo. Por eso dijimos: "Horneémoslo nosotros. ¿Vamos a llevarlo a una panadería? ¡No!". Así fue.
-Es una obra de Yasmina Reza que se hizo en otra oportunidad en la Argentina y refleja una historia que no pierde vigencia: el amor, la soledad, la muerte son los grandes temas de la obra, pero también los grandes temas de los seres humanos, ¿no?
I.E.: -Sí, subyacen, ¿no? Son temas inherentes a la existencia y no tienen edad. Son temas que acompañan la existencia toda, porque quizás uno cuando es muy chico no tiene tanta conciencia de la finitud, pero los otros dos ítems que mencionás son absolutamente vigentes. Creo que habla de muchas más cosas que eso. Hace un rato comentaba que es un viaje de los dos personajes, un viaje en el que coinciden, pero también es un viaje de cada personaje consigo mismo.
-O sea, es un viaje físico de traslado y, a la vez, es un viaje introspectivo. ¿Se podría decir que sus personajes son pasajeros de un mundo interior?
G.P.: -Sí, y a la vez, como todas las obras de Yasmina, vincular. Cada uno consigo mismo y con el otro. Las obras de Yasmina Reza son maravillosas porque es una mujer inclasificable. Ella escribe con una maestría, encontrando situaciones dramáticas como excusa para desarrollar los grandes temas de la literatura. Porque esto que vos mencionaste y arrancaste es Shakespeare: la vida, la muerte, la soledad. Ella lo maneja desde un lugar inclasificable. Cuando escribe una comedia, dice de sí misma: "Si yo escribí una tragedia..." En este material, yo le digo a Inés: "Esto es una comedia de amor". ¿Pero con qué? Con el humor, con la profundidad, la sofisticación con la que escribe una autora consagrada. La inteligencia, claro. Es un material muy particular. Nota aquí.
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