EL CUENTAGOTAS DEL ARCOÍRIS
Estaba pensando en los ecos del bosque.
En sus pupilas clandestinas.
En las venas de los árboles.
En la alfombra roja de las amapolas.
En las almohadas de barro contando huellas y hechizos.
En los girasoles con sus pipas persiguiendo soles.
En las estrellas fugaces guiando al desvelo.
En las libélulas alumbrando alivios.
En el laberinto de acentos entre manglares y cañas de bambú huyendo del frío.
En las espigas lunáticas meciendo al rocío.
En la esperanza abriendo senderos, deshojando olvidos.
En las cuevas sonámbulas cobijando sueños.
Estaba pensando en las palabras que corren por el agua.
En su pergamino transparente.
En las velas de los barcos
con sus páginas en blanco.
En la pizarra de la espuma.
En el cuentagotas del arcoíris.
En la tertulia de las caracolas.
En los espejos marinos del atardecer.
En el llanto de los ríos.
En la caricia de los cantos rodados.
En los charcos que salpican diccionarios.
En el cuaderno de las olas.
En los peces plateando mi memoria.
En el silencio iluminado de los faros.
En las algas desnudando a los sentidos.
En la arena de tu vientre.
En el salitre de tu lengua en mis oídos.
Estaba llevándome al huerto, cuando me despertó la brisa de tu boca y me hiciste el amor en el colchón de los nenúfares.
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