jueves, julio 31, 2025

Rodolfo Serrano

 Volver al pueblo, a Villamanta

A Iñaki Auzmendi, que con sus
canciones reivindica
los valores de ser de pueblo
Siempre quiero volver a aquellos años
felices de la infancia. Cuando el mundo
era una escuela y juegos en la plaza,
era risa de niños en la tarde,
paraíso feliz de cielos limpios.
Los cerros a lo lejos, esos días
de arroyos y de huertas, y la siesta
de agosto bajo el chozo, y el sonido
de cangilones en la noria vieja,
ese frescor del agua en los canteros.
Las meriendas de aceite y pan benditos.
Y todo por hacer: andar a nidos,
afilar el rejón de la peonza,
pedir a padre que hiciera aquella espada
perfecta de madera. Los inviernos.
La rebusca de leña en El Vedao,
los cuentos de difuntos a la lumbre,
sabañones curados con orín,
pantalón con culeras, el maestro,
Don Dámaso con su vara de fresno.
Los amigos, mis primos, mis hermanos,
las peleas por nada. El Tío Pavana,
sus cigarros de anís y aquellas bolas
de caramelo, siempre inalcanzables.
El rosario, la iglesia, oscura y fría.
Y ese golpe tan dulce del deseo,
cuando las niñas, de pronto, sin saberlo,
no querían jugar ya jugar con nosotros
y pasaban muy serias con sus madres
camino de la Iglesia los domingos.
Esa Arcadia feliz, la casa y el sobrao,
la estación y aquel tren de carbonilla,
el reloj de la plaza, las moreras,
la ermita, allá, a lo lejos, el cuartel
de la Guardia Civil y de su miedo.
Hoy cuando todo lo he perdido,
y toda mi riqueza es algún verso,
cuando nada hace ya sangrar mi herida,
quiero volver al pueblo y pasearme
como un niño que aún vive por sus calles.
(Y luego detenerme ante mi casa.
Y morirme abrazado a los recuerdo).
Foto de Raul Cancio.



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