El gran relator de Madrid cumple 70 años
Las vivencias nocturnas de Sabina sirvieron para construir su fabuloso cancionero sobre la fauna madrileña
Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) aterrizó en Madrid cuando la capital cotizaba a la baja. Hasta los músicos locales, como Rosendo, renegaban de la ciudad: "es una mierda este Madrid/ que ni las ratas pueden vivir" (1979). Siguiendo las consignas, al año siguiente, Joaquín ofrecía su visión truculenta del Foro, con jeringuillas en el lavabo, sin estrellas en el cielo. La estocada final: "Cuando la muerte venga a visitarme/ que a mí me lleven al sur donde nací."
No seamos crueles con los bardos: aquel Madrid lucía horrible (fíjense en los exteriores que rodaba Almodóvar en sus primeras películas). Pero había comenzado una insurrección que daría un revolcón a esa imagen negativa. Con al menos un doble frente: la comedia progre madrileña, cineastas que veían una urbe llena de posibilidades amorosas, y un pop barbilampiño que respondía al nombre de Nueva Ola, aunque finalmente se vulgarizaría como la movida. Nota aquí.
0 comentarios:
Publicar un comentario