CÓMO OLVIDARTE
A Miguel Hernández en el cincuentenario de su muerte
I
Con los ojos vacios
de odio, con el aliento dolorido
y con el pecho al borde del abismo
en su Mediterráneo,
la alondra de su carne le hizo libre
con la sonrisa en ristre
de una soñada espada victoriosa.
Voló sobre las olas,
por tierra de azahares
sobre el hombre y sus guerras y sus males.
Sus ojos – trigo limpio –
miraron prisioneros y asombrados
la extraña sinrazón del ser humano.
El amor se trastoca
Si el hombre acecha al hombre
y el alba – enmarañada y sin anhelos –
se estrella entre barrotes.
II
Tu dolor me hizo daño,
daño tu suerte
y tu amor por el verso
me lleva a este.
Cómo olvidarte
si eres perito en lunas
nunca menguantes.
Campesino del alma,
pastor de versos,
enemigo del odio
tan ciego y yermo.
Cómo olvidarte.
Rayo tú que no cesas
hoy de alumbrarme.
Y te has vuelto más barro
mientras escribes
por la tierra que sueñas
de viento libre.
Cómo olvidarte si eres
viento del pueblo,
preso de nadie.
Tu cuerpo encarcelado
– no tus sentidos –.
Fabricante de alas
para tu nido.
Cómo olvidarteç
hacedor de la nana
que sacia el hambre.
Fue tu muerte baldía
– cárcel de paso –.
De versos te sembraste
y germinaron.
Cómo olvidarte
Si aún te siento vivo
Miguel Hernández.
Manuel López Azorín ( marzo de1992)
Del libro: Azul de los afectos (2001) Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes. Colección Literaria. Universidad Popular “José Hierro”.
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