Isla Negra
A mi amigo
Francisco Álvarez Parraguez
, allá, en Isla NegraUn día he de llegar hasta Isla Negra.
Me sentaré a ver un mar que no imagino.
Y el golpe de las olas que, salvajes,
se rompen en las rocas de la costa.
Huiré de todo esto, de automóviles
de acero y pesadilla, de este hastío
que llena las paredes y las almas.
Muy lejos de hospitales y aspirinas.
Llegaré hasta Isla Negra como un náufrago,
desnudo ya de todo, imperturbable,
sediento de mí mismo, con las manos
abiertas a otra carne que me abrace.
Dejaré atrás los sueños que he perdido
en este gris país de los demonios.
La tormenta de piedras y relámpagos,
y las noches oscuras del invierno.
Allí, junto a Neruda y con sus versos,
frente a un mar de peces y de hombres,
esperaré la luz y que los dioses
me salven del olvido y de la muerte.
(Que la vida me bese con tu nombre).
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