11-S: el atentado que desconcertó a la literatura
La gran novela sobre los atentados contra las Torres Gemelas no se ha escrito todavía, pero autores como Don DeLillo, Jonathan Safran Foer, Ian McEwan o Claire Messud han sabido dar forma a los sentimientos de los estadounidenses en libros notables.
No sería exagerado decir que la literatura norteamericana entró en el siglo XXI con Las correcciones, de Jonathan Franzen, publicada unos días antes de que tuvieran lugar los atentados del 11 de septiembre de 2001. Leído retrospectivamente, el comienzo de la novela encierra un lúgubre presagio: “La locura de un frente frío que barre la pradera en otoño. Se palpaba: Algo terrible estaba a punto de ocurrir”. Y efectivamente, ocurrió. Dos semanas después del atentado, Susan Sontag publicó un durísimo comentario en The New Yorker que concitó la ira de sus conciudadanos. Sontag calificó el ataque como una “dosis monstruosa de realidad” e invitó a sus compatriotas a tomar conciencia de la violencia que probablemente se perpetraría en el futuro en nombre de ellos. “Lamentémonos juntos pero no seamos estúpidos juntos”, sentenció. Traumatizados por lo que había sucedido, sus lectores no aceptaron el veredicto. Nota aquí.
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