La muestra de Marisa Bonzón, buscadora de historias
En la fotogalería del Centro Cultural Borges, la fotógrafa expone hasta mayo una serie de imágenes de protagonismo femenino, escenas captadas en la calle con una pasión que excede el sentido visual.
“Quizás esas fotos muestren la necesidad de visualizar mi propio universo femenino”, reflexiona Marisa Bonzón. La fotógrafa inaugura este jueves 2 a las 18 la exposición Reveladas, Fotografías y temporalidades, en el espacio de la fotogalería del Centro Cultural Borges (Viamonte 525), como parte de las actividades vinculadas al 8M y el mes de la mujer. Reveladas, además, abrirá la temporada de la Fotogalería del espacio recientemente recuperado por el Ministerio de Cultura de la Nación. Tras su inauguración, la muestra podrá visitarse de miércoles a domingos de 14 a 20, hasta su cierre en mayo. Más adelante, en julio y agosto, una adaptación de esta muestra llegará a la Sala Sara Facio, de Roma, Italia.
Reveladas, Fotografías y temporalidades parte del libro Reveladas, en que la fotógrafa sintetiza el tema central de su obra: las mujeres. La mayoría de su trabajo se construye en tomas callejeras, fotografías disparadas a rostros anónimos en contextos de lo más disímiles, y que –según explica la artista a Página/12-, se vinculan con sus propias experiencias vitales “en un nexo directo con lo íntimo y emocional”.
“Salvo unas pocas, casi toda mi obra se nutre de tomas callejeras, no existe ninguna complicidad entre el retratado y mi cámara, esa autenticidad del gesto es lo que me conmueve”, explica Bonzón. Hay, además, unas pocas fotografías que escapan a esa lógica: una de su madre, aún adolescente, intervenida, otra de las manos de su suegra y una de Madres de Plaza de Mayo –su suegra es, además, madre de una mujer desaparecida por la última dictadura militar-. “De mi madre hay en la muestra objetos personales de ella que acompañan la instalación, y junto a mi suegra son las mujeres más fuertes de mi vida, además de la red de contención de amigas que acompañaron el proyecto”, cuenta la fotógrafa. “La historia de mi suegra es muy fuerte, marcó a toda nuestra familia, siempre admiré su lucha, su fuerza. Por eso también hay una foto de madres, que es una de las pocas fotos que no fueron robadas en la calle, que puedo decir quiénes son y por qué están”. Nota aquí.
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