Tienen forma de nota musical aún no inventada,
Presumen de alegorías penetrantes,
pero solo sirven para un único
y monogámico engranaje.
¿Sabe la llave si nació para cerrar
o para abrir las puertas?
¿Perderse es su manera de atentar contra la propiedad privada?
¿Es su padre, su médico,
o su amante, el cerrajero?
Tengo un cajón superpoblado
de llaves de casas
donde ya nadie me espera.
Por la noche me cantan,
como sirenas.
Y yo, Ulises de cercanías,
me ato a la cama
con pegatinas de cerrajerías.
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