martes, septiembre 30, 2025

Richard Coleman

 Richard Coleman en Niceto: la torre de la canción

Junto al Trans-Siberian Express y con grandes participaciones de Flopa Lestani, Carca y Lidia Borda, el guitarrista y cantante entregó un show excepcional, que tendrá un bis el 10 de diciembre.

Es una descarga eléctrica desbordada, pero nadie sufre los efectos nocivos de un electroshock. Más bien lo contrario: en el escenario de un Niceto Club atestado de gente feliz, Richard Coleman, Gonzalo Córdoba y un Carca felizmente recuperado de sus problemas de salud combinan dieciocho cuerdas al rojo vivo. Porque lo que está sonando, además, es "Para terminar", clasicazo de Fricción que hace entender que el show está quemando las naves. Será, al cabo una de las pocas concesiones al pasado de Coleman: lo del sábado por la noche es la presentación de El (in)correcto uso de la metáfora, disco que expresa el soberbio presente del guitarrista, compositor y cantante, que se traduce naturalmente en un concierto excepcional. Nada de terminar, aunque el público se desgañite en el grito: Richard sigue construyendo.

El Trans-Siberian Express, por otra parte, ya tiene casi quince años en sus espaldas: Juan Blas Caballero, Bodie, Córdoba, el eterno Dani Castro y Diego Cariola conforman un verdadero tren que nunca descarrila, que por momentos hace temblar las paredes, que hace de cada canción un momento único y a la vez el bloque que va armando una tower of song de múltiples pasillos. La habitación nostálgica se completa con el rescate de "Entre sábanas" y eso es todo, no suena "Héroes" y nadie lo reclama: tras una primera parte con todas las canciones nuevas, hubo buenas selecciones de F-A-C-I-L, Incandescente y Siberia Country Club, y un único e inolvidable cover: "To Bring You My Love", temazo de PJ Harvey que encontró nuevas alturas por la potente combinación de sus intérpretes.

Porque he ahí otro de los matices que hicieron de la noche en Niceto algo tan especial: Carca no fue el único invitado de la fiesta. En el pasado, Coleman ha generado grandes combos con cantantes tan talentosas como Celsa Mel Gowland, María Gabriela Epumer y Andrea Echeverri, y ahora encontró en Flopa Lestani una aliada de peso, que grabó en el disco, participó en varias canciones del show y erizó las pieles con esa canción de Polly Jean o con la monumental "Residencia": a este diablo y su violencia habrá que callar, descerrajaron a dúo en otro momento cumbre de la noche. Una velada que también detuvo los relojes en la otra invitación, cuando Lidia Borda replicó la erupción lírica en el final de "El buque" mientras entre el público se replicaban gestos de asombro. 

Algo sucede cuando un concierto de 21 canciones, casi dos horas, pasa como un suspiro, como un (buen) sueño. Y a la vez no, cada minuto es consciente y disfrutable. Desde aquellos inicios como cuarto Soda y los fundacionales Consumación o consumo y Para terminar, Richard Coleman ha tratado siempre de seguir el norte de su admirado David Bowie. Guiarse por la inquietud artística y el aprendizaje, no estacionarse en lo ya probado, desafiarse a explorar otros horizontes cada vez sin perder la identidad, pulir su lírica para que no sea solo una "letra" sino también y sobre todo una invitación al descubrimiento poético. Todo eso, y el poder de las canciones, y esa voz magnética, hacen que no haya contradicción entre ser una figura "clásica" del rock argentino y nunca estar anquilosado por la nostalgia, ser puro y brillante presente con ansias de futuro. El 10 de diciembre habrá un bis y despedida del año en el mismo lugar, y se recomienda desplazar todo lo que haya en la agenda. Sin metáforas. Nota aquí.




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