miércoles, septiembre 24, 2025

Amelita Baltar

 Amelita Baltar a los 85: "Me siento plena y feliz"

Su camino comenzó en el folklore, pero el azaroso cruce con Astor Piazzolla y Horacio Ferrer la convirtió en icono de la canción porteña: “Dicen que soy ‘la voz de Piazzolla’, y acepto el título con orgullo”, dice.

Amelita Baltar es uno de los iconos del tango. Junto con Astor Piazzolla y Horacio Ferrer formó una tríada que revolucionó el género. Su voz le dio vida a piezas de la talla de “Balada para un loco” y “Chiquilín de Bachín”. La cantante, que celebra sus 85 años, rememora los momentos más emblemáticos de su trayectoria.

Baltar nació en la ciudad de Buenos Aires el 24 de septiembre de 1940. La llegada al mundo en la gran metrópoli fue circunstancial, pues sus padres eran oriundos de la localidad bonaerense de Junín. Allí, en un ambiente campestre, pasó los primeros seis años de su vida. A los doce empezó a estudiar guitarra. Las clases incluían tediosos exámenes de teoría y solfeo. La música, no obstante, se abrió paso. A través de una vecina, comenzó a interesarse por el cancionero tradicional. “En aquella época, interpretaba cuecas, tonadas y zambas. El tango no existía. Solo lo escuchaba cuando mi papá prendía la radio”, reconoce.

A los 22 años se sumó al Quinteto Sombras, un grupo vocal de folclore liderado por Juan Carlos Langou con el que realizó actuaciones televisivas, radiales y en festivales. El éxito de la propuesta derivó en un contrato con el sello Music Hall. A mediados de 1963 se editaron dos piezas: “Fiesta Puneña”, y “Romance en Taragüi”. A principios del año siguiente, apareció uno nuevo simple con “Juan Payé” y “Cueca del reloj”. “Me hacían interpretar los temas en un tono muy elevado. Parecíamos una bolsa de gatos”, grafica con humor. A finales de 1965, tras una pausa por el nacimiento de su primer hijo, volvió a los escenarios. El combo, fichado por la compañía CBS, retomó su agenda de conciertos. Sin embargo, en junio de 1966, Baltar se desvinculó del proyecto. Fue Hernán Figueroa Reyes, cantor y director artístico de la división folklórica de la multinacional, quien la impulsó a dar ese paso.

A mediados de 1967 apareció su primer simple. El lado B traía una relectura de “La angustiosa”, zamba de Juan José Solá y Aldo Rodríguez. El plato fuerte, sin embargo, se encontraba en la faz A. “Si lo vieran pasar” era una composición de tinte melancólico, creada por María Antonia Barros y Juan Benítez Barrios. Amelita, con apenas una toma, la hizo suya. “Me pidieron que la cantara, a modo de prueba, para que los técnicos de grabación pudieran ajustar los micrófonos”, recuerda. “Como se trataba de un ensayo, y solo para divertirme, la interpreté con un tono sensual”, declara. Para sorpresa de la vocalista, y por decisión de Reyes, esa fue la versión publicada. El suceso del tema posibilitó la concreción de Para usted, elepé publicado a principios de 1968.

Nuestro Tiempo era un reducto porteño donde solían presentarse exponentes del folklore, el tango y el jazz. Una noche de febrero de 1968, Astor Piazzolla concurrió al local para presenciar un concierto del pianista Osvaldo Tarantino: allí se topó con Baltar. El bandoneonista estaba en la búsqueda de una voz femenina para su nuevo proyecto. Cuando vio a la cantante en acción no solo se rindió ante su talento. “Estaba vestida con prendas de una de las mejores boutiques de Buenos Aires. Tenía puesta una pollera corta y lucía un bronceado fenomenal”, describe Amelita. “Él quedó impactado”. Tras intercambiar saludos, el compositor elogió sus dotes de intérprete. Con su acompañante de turno, en cambio, dejó los formalismos de lado. “¡Qué gambas tiene esta mina!”, clamó ante la sonrisa cómplice del cantor Héctor De Rosas. Nota aquí.





0 comentarios: