jueves, noviembre 13, 2025

Carmen Maura

 “El mejor piropo es que se hayan reído conmigo”

La actriz señala que le atrajo el nombre del director, y que el guion hizo el resto: “Todas las películas son un desafío, no recuerdo haberme sentido con más responsabilidad.”

Con una trayectoria de más de cincuenta años en cine, TV y teatro, Carmen Maura es una de las actrices iberoamericanas más reconocidas a nivel internacional, y ha trabajado con directores de la talla de Pedro Almodóvar, Álex de la Iglesia, Mario Camus, Carlos Saura, Fernando Trueba, José Luis Borau, Ricardo Larraín, André Techiné, Francis Ford Coppola, Pilar Miró y Fernando Colomo, entre otros realizadores. Es una de las más destacadas en el panorama iberoamericano, algo que refleja el extenso palmarés de reconocimientos que atesora: la Palma de Oro del Festival de Cannes, cuatro premios Goya, dos premios Felix de la Academia de Cine Europeo, la Concha de Plata del Festival de San Sebastián, el Premio César, el Premio Donostia del Festival de San Sebastián, el Premio Honorífico de la Academia de Cine Europeo, etcétera.

Maura nació en 1945, en Madrid, y después de graduarse en Letras Francesas y realizar estudios de Filosofía y Literatura en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París, comenzó a actuar en el Teatro Español Universitario para volcarse a la actuación a finales de los años 70. Fue, primero, con Folle… folle… ¡fólleme Tim! y después con Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón cuando el nombre de Carmen Maura quedaría ligado al de Pedro Almodóvar, director con el que colaboró habitualmente, convirtiéndose en la primera “chica Almodóvar”, y protagonizando varias de sus siguientes películas.

Ahora está en Argentina promocionando el estreno de la película Vieja loca, ópera prima del argentino Martín Mauregui, escritor y guionista de talento que ha trabajado para realizadores como Walter Sales, Mariano Llinás y Damián Szifrón, entre otros. Su trabajo incluye también algunas de las películas más memorables de Pablo Trapero, como Leonera (Sección oficial a concurso en el Festival de Cannes), Carancho y Elefante Blanco. También colaboró como guionista en Argentina,1985(nominada a Mejor Película Internacional). Vieja loca es su primer largometraje desarrollado en solitario como director y guionista. El film se estrena hoy y cuenta con la producción de un peso pesado español: J. A. Bayona.

En la ficción, Pedro (un Daniel Hendler para nada contenido emocionalmente, con un rol más visceral) recibe un inesperado mensaje de auxilio de una exnovia, Laura (Agustina Liendo): no llega a darle la medicación a Alicia (Maura), una anciana con demencia senil, y le pide si por una noche se puede encargar él de ayudarla y cuidarla. Lo que comienza como un acto de compasión pronto se transforma en una experiencia aterradora. Alicia lo confunde con un viejo amante tan pertubador, perverso y terrorífico que nunca se borró de su cabeza porque, se sabe, el abuso deja heridas abiertas. Pero Pedro no es ese amante. En eso radica el delirio de Alicia que promete un “ojo por ojo, diente por diente”, pero con la persona equivocada. El film tiene cierta similitud con Misery, la extraordinaria película de Rob Reiner, en la que Kathy Bates se lucía como la fan terrorífica de un escritor y también sucedía prácticamente en un ambiente claustrofóbico. Hay en Vieja loca también algunas pinceladas que pueden conectarse con el cine de Alex de la Iglesia, donde el humor y el terror se toman de la mano.

Consultada sobre lo más que le interesó de la propuesta para aceptar el protagónico, la actriz española señala sin dudar: “El director”. No lo conocía a Mauregui, pero le gustó el sentido de humor que tiene. “Y luego me gustó mucho el guión, cómo lo había escrito él”, dice Maura. Cuando la actriz lo leyó le dijo al cineasta: “No, esto yo no lo puedo hacer porque no sé qué, es demasiado, no sé cuánto”. “Pero él dice siempre que sabía que yo le estaba diciendo que no, pero que le decía que sí. Entonces vino a verme. Estaba yo rodando en el norte de Cataluña una serie y vino a conocerme. El venía así muy en plan, argentino, ‘vamos a conocernos, vamos a comer’, y ahí dijeron ‘Vamos a casa y vamos a trabajar’. Y repasé con él el guión entero, y se quedó muy de piedra porque el primer día que nos vimos estuvimos ocho horas porque yo lo que quería era pasar frase por frase y que él me dijera lo que quería que yo hiciera porque tenía que estar muy segura de que me sentía capaz de hacer eso. Eso fue para los dos estupendo. Nos conocimos cantidad y luego vi cómo él disfrutaba conmigo. Y sobre todo porque él empezaba ya, como fueron ocho horas, y me decía: ‘Bueno, y ahora dímelo de tal manera, y ahora dímelo de tal manera’. Y yo eso lo hacía y él era tan feliz que…”

-Fue un ensayo, prácticamente.

-Sí, sí. Y le vi que era feliz conmigo y tal. Eso es lo que más me gustó. Luego la película se alargó mucho.

-¿Fue difícil por el esfuerzo que implicó?

-Fue una de las más divertidas. Me lo pasé muy divertido. Pero difícil de cosa física.

-Tuviste que hacer pesas, ¿no?

-Hice pesas para estar fuerte y me sirvió mucho. Sigo haciendo pesas, de todas maneras, pero aconsejo también, sobre todo para las personas mayores es fundamental que el músculo esté bien. Pero vamos, se puede empezar en cualquier momento si te acostumbras a ir haciéndolas. Yo odio las pesas, pero es que son fundamentales. Nota aquí.



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