Tiene 84 años y cocina para 90 personas en su pueblo: la historia de Doña Irma y el secreto de sus ravioles
En 1958 descubrió su pasión por la gastronomía, y nunca dejó de probar recetas. Desde que reabrió su restaurante se convirtió en un ícono de Las Marianas, una localidad de 600 habitantes. Trabaja en su local junto a su hijo, su nieto y su bisnieto.
En Las Marianas, partido bonaerense de Navarro, cada fin de semana Irma Angrigiani prepara sus ravioles caseros, nada más y nada menos que para 90 comensales. Hace ocho años reabrió el salón comedor que originalmente se había inaugurado en 1950, pero esta vez lleva su nombre, “Doña Irma”, y el menú tiene toda su impronta. La magia ocurre en su cocina a leña, donde amasa todo a mano y prepara desde la entrada hasta el postre, con recetas que pasaron de generación en generación. Hay quienes se emocionan hasta las lágrimas cuando prueban el primer bocado, porque representa un viaje directo a la infancia. “Los hago hace 60 años, ya casi que se hacen solos”, le cuenta a Infobae la carismática cocinera que es personalidad destacada de la localidad.
A 140 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se accede a través de la Ruta Provincial 41, y luego de 18 kilómetros por camino de tierra se encuentra el restaurante. La fachada de dos tonos de naranja, los tradicionales faroles en la entrada, las grandes puertas con toldos y los ventanales con arcos, son pistas de lo que se avecina en el interior. Retratos familiares, objetos históricos que conforman un museo, y los brazos abiertos de cuatro generaciones: Irma, su hijo, Andrés Camacci, su nieto Nahuel y su bisnieto Fausti, que ya ayuda con los panqueques para otra de las especialidades de la casa, los canelones. Nota aquí.
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