Cafetines de Buenos Aires: Glorias Argentinas, un rincón de Mataderos por el que pasaron Pichuco, Pugliese y Sandro
En el arrabal de la Capital se mantiene en pie-a pesar de un tornado que le arrasó un sector en 2012- un club de barrio con mucha historia y en el que actuaron estrellas de la música popular argentina.
Hoy dejo atrás los cafés del centro para acercarme hasta Mataderos, en la línea de frontera porteña. Con el último ensanchamiento, la Avenida General Paz, más sus colectoras y mega estructuras que sirven de puentes, se le parece bastante, desde lo simbólico, a la antigua zanja construida en 1877 por Adolfo Alsina. El ministro de Guerra del presidente Nicolás Avellaneda la construyó para contener el paso de los malones y, a su vez, entorpecer el tránsito de ganado robado. Curioso destino el del General José María Paz. En 1839, luego de haber estado preso cuatro años en una cárcel de Luján por oponerse al gobierno de Juan Manuel de Rosas, fue liberado y trasladado a Buenos Aires con “la ciudad como cárcel”. Un cerrojo similar terminó siendo la avenida que lo homenajeó.
Mataderos tiene dos de las atalayas más característicos de la frontera. Ambos son entidades deportivas: los clubes Nueva Chicago y Glorias Argentinas. El buffet de este último integra el listado de los Bares Notables de Buenos Aires. Es el Bar del Glorias. Y fui a por él.
El Club Social y Deportivo Glorias Argentinas nació en febrero de 1941. El bar lo hizo unos meses más tarde. Fue en diciembre del mismo año. “Eran cuatro chapas y una heladera” me dice Néstor Miranda, a cargo del boliche desde 2000. La entrada al club está en Bragado 6875. La del bar está a la vuelta, en Andalgalá 1982. Ambas construcciones tienen la forma de una ele con salida a las dos calles. Aclaración: no hay que ser socio para sentarse a tomar algo o comer en el Glorias. Nota aquí.
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