A 20 años de “la pelota no se mancha”
Hoy se cumplen dos décadas de uno de los discursos más memorables de la historia del Diez. Repasá los detalles de una tarde histórica.
Una de las tantas, una de miles. "La pelota no se mancha", cinco simples palabras que puestas en boca del más grande de todos los tiempos marcaron una época, una queja, una bronca y el amor eterno hacia el fútbol. Un 10 de noviembre del 2001, cuatro años después de su retiro oficial, la Bombonera fue escenario de una de las tardes más emotivas que hayan podido existir en la vida del Diez.
Juan Román Riquelme, Carlos Valderrama y Eric Cantona por un lado, Germán Burgos, Pablo Aimar y Javier Zanetti por el otro, fueron algunas de las figuras que, junto con más de 50 mil espectadores de lujo, fueron testigos del último baile de Diego Armando Maradona, en el patio de su casa. El 6-3 final en favor del equipo del Diez es anecdótico y la tarde se resumió en un sermón que marcaría un antes y un después en la vida de Diego.
Finalizado el partido, Maradona, dándose una especie de auto abrazo, ese que todos le queríamos dar en ese momento, pronunció uno de sus discursos más memorables, emocionando a millones alrededor de todo el mundo: "Es increíble, ahora el mundo ve lo que es la hinchada de Boca y los argentinos. La pasión que tienen por el fútbol y la pasión que gracias a Dios tienen por un número diez que alguna vez les arrancó una sonrisa. Yo la verdad que no sé con que pagarles. Yo traté de ser feliz jugando al fútbol, y de hacerlos feliz a todos ustedes, y creo que lo logré y la verdad que hoy no me lo esperaba. Esto es demasiado para una persona y para un jugador de fútbol, les agradezco con mi corazón." Nota aquí.
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