Skay Beilinson y la primera misa ricotera después del aislamiento
"El corazón de Patricio Rey" volvió a los escenarios con un show en el que mezcló pasado, presente y futuro.
La vuelta de los recitales presenciales en Buenos Aires estaba renga sin una misa ricotera. Y finalmente sucedió. En la noche del sábado, Skay Beilinson regresó a los escenarios con un show recio, en el que literalmente mezcló presente, pasado y su inminente futuro musical. Pero antes de que eso sucediera, en varios puntos del barrio de Villa Crespo, y desde bien temprano, la feligresía de los Redondos se encargó de esparcir su liturgia. En el cruce de las avenidas Dorrego y Corrientes, una columna de devotos se enfilaba hacia el Movistar Arena mientras pregonaba: “Es una noche especial, no te la vas a perder. Toca el corazón de Patricio Rey”. Uno de los tantos himnos que hacía casi dos años que no retumbaban masivamente en la calle.
Si bien la performance estaba anunciada para las 21, era todo un enigma la hora en la que el guitarrista y cantante, en complicidad con sus Fakires, saldría a escena. Al borde del inicio del show, aún quedaba mucho público por ingresar al imponente predio. Sin embargo, un vendedor de gaseosas, tras la osada pregunta de una terna de clientes, tenía la posta: “Nos dijeron que va a empzar cuando el campo esté casi lleno”. En tanto eso sucedía, en las pantallas del estadio alternaba la ilustración que sirvió para acompañar este recital, con otras alusivas al músico, quien no se presentaba en vivo desde febrero de 2020. Luego de esa actuación en el Cosquín Rock, aparecieron el coronavirus, la pandemia y el encierro. Eso no frenó su producción. De hecho, un día antes de la última Nochebuena, a manera de regalo de Navidad, estrenó el single “¡Corre, corre, corre!”, al que le siguieron otros seis. El más reciente es “El candor de las bestias”, lanzado en agosto. Nota aquí.
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