NO ME PREGUNTES
Ignoro en qué recodo de este largo camino
he perdido las ganas de vivir,
dónde está mi deseo,
de defender las causas perdidas de antemano,
cómo he llegado al punto de dejarme morir
sin oponer ninguna resistencia.
Ya no quiero saber ni por qué estamos
comiéndonos la boca
mientras lloro mi propio funeral,
disfrazando de amor nuestro vacío,
engañando a la vida y a la muerte,
echándonos encima el uno al otro
las maletas cargadas de dolor.
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