"La venganza es una pulsión humana con la que lidiamos a diario"
El periodista, escritor y poeta escribió una historia de redención, que tiene como protagonista a una mujer paraguaya que se transforma de víctima de abuso sexual a victimaria como jefa narco, en un relato que comienza en Ciudad del Este, pasa por la Villa 31 y termina en Madrid. "Es una suerte de Kill Bill del subdesarrollo", la define el autor.
Si bien dice que la literatura le permite “descansar” de la realidad, lo cierto es que Reynaldo Sietecase nunca se saca del todo la ropa de periodista. Ni siquiera cuando se deja llevar por la libertad que le permite su imaginación es capaz de poner en pausa al oficio que lo acompaña desde la adolescencia. La realidad, la búsqueda del dato, la información, la necesidad de conocer de primera mano lugares y hasta maneras de pensar se filtran inevitablemente al momento de desarrollar universos ficcionales. El periodista y el escritor conviven naturalmente en él. “Lo que pasa es que una novela negra necesita ser verosímil para atrapar al lector”, afirma Sietecase, para justificar un toc que está en su naturaleza y del que no puede zafar. El periodista, escritor y poeta acaba de publicar La Rey (Alfaguara), su última novela, que cuenta una historia de aventuras en la que el desamparo femenino, el narcomenudeo, la trata de personas y la violencia se entrelazan como postales de una fatal existencia.
“Hay tres cosas que la Rey sabe hacer bien: limpiar, coger y matar. Aprendió tempranamente y ahora es una experta en las habilidades que le salvaron la vida”. El textual bien puede sintetizar la historia de Blanca Rosa González, la protagonista de la cuarta novela de Sietecase, una mujer que sufrió de niña los abusos sistemáticos de la pareja de su abuela en Ciudad del Este, hasta que un día tomó armas en el asunto, hizo lo que tenía que hacer y escapó hacia la Ciudad de Buenos Aires para instalarse en la Villa 31. Sin otra cosa encima que una piedra de obsidiana "mágica" que la transporta a otros mundos, en la 31 se convierte en La Rey, la jefa de una banda de narcos paraguayos. Un status que -sangrienta lucha de bandas mediante- pierde, lo que la obliga a refugiarse en España, donde cae presa en una red de trata de personas. Escapar de ese infierno le será tan arduo como calmar al propio. Pero ella está decidida a hacerlo. Cueste lo que cueste. Nota aquí.
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