Los niños prodigio Pepe y Paco de Lucía
Se trata de 21 canciones que los hermanos, uno cantaor y otro guitarrista, registraron entre 1959 y 1960 -cuando el primero tenía 13 años, y el segundo 11- en un precario magnetofón.
Pepito y Paquito no fue un dúo de payasos, pero sí una junta musical muy vinculada a dos infancias. La de dos hermanos que, oriundos de Algeciras y en edad preadolescente, pudieron registrar un preciado material casero, pese a las penurias materiales que atravesaba la familia. De ello da fe un material que acaba de ver la luz en cd y vinilo doble, BMG y Fundación Paco de Lucía mediante, poblado por 21 piezas que Pepe y Paco de Lucía registraron entre 1959 y 1960 -cuando el primero tenía 13 años, y el segundo 11- en un precario magnetofón Grundig TK 46.
Fue en el momento previo a que el mundo empezara a conocerlos como Paco de Lucía y Pepe de Lucía. Uno, se sabe, el mayor exponente de la guitarra flamenca en el mundo; y el otro, tal vez menos rutilante, pero igual de importante -para el cante flamenco, en su caso- que por supuesto siguió coincidiendo con su hermano, en obras clave del acervo familiar, como ese homenaje a la madre de ambos llamado(a), Luzia El mundo del flamenco, o el fusionado Siroco.
Entre la veintena de piezas –aunque precarias, mejoradas a través de la inteligencia artificial- que pueblan Pepito y Paquito, se deja entrever el prematuro talento de Paco en la guitarra a través de dos piezas homenaje al Niño Ricardo (“Bulerías Niño Ricardo” y “Zapateado Niño Ricardo”), concebidas en obvio homenaje a su más prístina influencia, junto a la de Agustín “Sabicas” Castellón, precursor del rasguido a tres dedos. Nota aquí.
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