EL TIEMPO DE LA VIDA
A medida que el tiempo pasa
crece en mí la primavera
es el ansia de existencia
el suave terciopelo de la pradera
no importan el otoño o el invierno
camino por el valle del silencio
aquel bosque atalaya de poniente
deslumbramiento de mi adolescencia
hilera de gigantes encendidos
veranos de flores a mi vera
a medida que se alejan los cencerros
por las lomas de las aguas cristalinas
y el silencio se hace oscuro en la ladera
de la memoria que persiste
en las afueras
me siento más niño todavía
como un cristal luminoso que me protege
no puedo ocultar los miedos que me acechan
aunque me envuelva en el celofán de la alegría
y escriba mar y jardín
o lejanos montes de fuego
que encienden el escaso resto de mi vida
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