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Madrid se rindi贸 ante Paskual Kantero, Muerdo, en una noche m谩gica en el Teatro Circo Price. (de telonero el cantautor cubano Adri谩n Berazain) Como un trovador de los tiempos modernos, la voz del murciano-vallekano ilumin贸 la penumbra del invierno, dibujando paisajes sonoros en el aire. Enmarcado dentro del Inverfest, el concierto fue mucho m谩s que la presentaci贸n de Sinverg眉enza; fue un rito de comuni贸n, una danza entre el artista y su gente, una confesi贸n hecha canci贸n.
Desde el primer acorde, el aire se impregn贸 de emoci贸n. Muerdo sali贸 al escenario como quien abre su alma sin miedo, con una voz que no solo canta, sino que abraza, desgarra y renace en cada estrofa. Su honestidad musical no tiene fisuras: cada palabra es un destello de verdad, cada acorde, una caricia al alma. Su m煤sica, tejida con hilos de ra铆z y modernidad, vibr贸 en la piel del p煤blico, convirtiendo el teatro en un templo de emociones compartidas.
Apareci贸 sobre una alfombra de rosas rojas que adornaban el suelo y el escenario, despu茅s de una introducci贸n filos贸fica de Jes煤s Quintero "Loco de la colina", que anunci贸 su llegada. Coincidiendo con el A帽o Nuevo Chino, Muerdo vest铆a un imponente traje de cuero negro, irradiando la fuerza de quien se ha reconstruido a partir de sus propios 茅xitos y fracasos. En una de sus canciones, no solo habl贸 de la tierra, de la vida y de las ra铆ces, sino que elev贸 un canto a la humanidad y levant贸 la voz por Gaza, mostrando la profundidad de su compromiso. Su madre, presente entre el p煤blico, fue testigo de c贸mo su hijo se entregaba por completo. Fue desgranando un total de 17 temas , algunos del 煤ltimo disco y otros de los anteriores , y en las 煤ltimas canciones, el Price entero se transform贸 en una pista de baile al son de su m煤sica. Lo mejor lleg贸 casi al final: con el micr贸fono golpeando el coraz贸n, su voz se convirti贸 en el 煤nico instrumento, recorriendo el patio de butacas en un canto cham谩nico, ancestral y sanador. La voz de Muerdo atraves贸 cada alma presente, sellando una conexi贸n tribal y m谩gica con el teatro entero.
Dos colaboraciones sinceras y lejos de llamar la atenci贸n medi谩tica : Diego Guerrero y William Vivanco (con Gabi al tres cubano)
En Sinverg眉enza, Muerdo se muestra sin artificios, desnudo en su esencia, como en la portada del disco, como en cada nota que entreg贸 anoche. Sus canciones nuevas son un vaiv茅n entre la melancol铆a y la celebraci贸n de la vida, un reflejo del viaje del alma. Los temas de este disco son faros en la penumbra, que iluminan la noche con su mezcla de folclore y urbe, de Am茅rica Latina y Mediterr谩neo, de nostalgia y resistencia.
En tierras latinoamericanas, Muerdo ya es un trovador venerado, un viajero del sonido que canta con la voz de los pueblos. En Espa帽a, su luz ha tardado en ser reconocida, pero noches como esta confirman que su tiempo ha llegado. El p煤blico, entregado, teji贸 con su voz un tapiz de complicidad; la banda, impecable, sostuvo cada melod铆a con maestr铆a. Cada canci贸n fue un viaje, cada acorde, un latido compartido.
El Teatro Circo Price vibr贸 como si el tiempo se suspendiera en un instante de pura magia. Y en la recta final, , la comuni贸n entre artista y audiencia se volvi贸 un abrazo invisible. No hubo bises forzados ni artificios, solo la verdad de una despedida sincera, como todo lo que Muerdo entrega.
Paskual Kantero nos record贸 anoche por qu茅 la m煤sica es un refugio donde nos encontramos a nosotros mismos. Un concierto que no fue solo un espect谩culo, sino una ceremonia de vida y de alma. Porque esa es la esencia de Muerdo: un artista que se desnuda en cada canci贸n, dejando su piel en cada acorde, y que, por fin, brilla con la luz que siempre tuvo.
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