miércoles, octubre 01, 2025

Luis Pastor

 Se nos ha ido Pablo Guerrero, un compañero, un amigo, un hermano. Tristes tardes. Para él estos versos.

El alma que funde su dolor en poema
es un dios disfrazado de mendigo
en los parques de muchos corazones. Altar de la palabra, alquimia de los sueños,
el milagro del verso hecho canción,
el hombre que vendió el desierto,
ese eres tú, Pablo Guerrero.
Soledad que renace
en el mismo universo de galaxias
donde el ser fue latido.
Tú inventaste el sonido de la lluvia
en cántaros de esperanza,
emigrante de todos los inviernos,
amaste el fuego como días de nubes.
Tu mirada desnuda el traje de las flores,
en el surco del verso germina tu poesía
en espiga de sangre.
Ese eres tú, Pablo Guerrero,
universo que endulza la mirada
y enternece el corazón del que te mira,
piedra de silencio donde florece el canto.



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