sábado, diciembre 17, 2022

Jorge Drexler

 “O señalas con el dedo desde arriba ‘toda esa mierda que está pasando ahora’, o intentas que los jóvenes te hagan hueco”

El triunfador de los Grammy Latinos habla sobre la familia, su generación (“ha perdido la hegemonía cultural y sexual: los bares no son de ellos, la ciudad ya no es de ellos”), Bad Bunny y C. Tangana

Es un día de mediados de noviembre, y en Madrid llueve y hace frío. Jorge Drexler (Montevideo, 58 años) acaba de ganar siete Grammy Latinos en Las Vegas, por delante de Bad Bunny y Rosalía, por delante de todos, gracias al álbum Tinta y tiempo, y a la canción Tocarte; su segunda noche de gloria, tras 2019 con Telefonía. El cantante mira la Castellana, gris, y se le escapa de repente: “Yo estaría mejor en agosto en San Vicente do Mar, comiendo marisco y bebiendo albariño”. En ese rincón de O Grove (Pontevedra), Drexler, trece Grammy, el Oscar, el Goya, se anima a subir al escenario del Náutico a cantar y tocar con músicos locales, a bailar, a empaparse de todo. Hace años, en una fiesta de Vanity Fair dedicada a su amigo Antonio Banderas, y en medio del cóctel, Drexler se acercó a un periodista y, en un aparte, le soltó una lección monumental y divertidísima sobre la métrica y rima de la décima espinela, una estrofa de diez versos que perfeccionó Vicente Espinel en el siglo XVI.

Pregunta. ¿Qué le pasa?

Respuesta. [Sonríe] Me obsesiona en todos los sentidos: me atrae, me cautiva, es peligrosa. Es una trampa métrica, es muy difícil salir de ahí después. Tengo amigos que sueñan en décimas, les cuesta romper esa formalidad. Tiene un poder tal que, casi 500 años después, no tiene ninguna mutación, no hay una alternativa viable a la estructura abbaaccddc en octosílabos consonantes. Se ha desarrollado autónomamente en todos los países de Latinoamérica. Todos creen que es propia, pero se ha desarrollado sin contacto entre ellos y no ha mutado: mantiene la misma estructura, es increíblemente sólida.

P. ¿Cuál es el secreto?

R. El secreto, y lo discuto con mis amigos poetas, es que la décima no es un género poético: es un género musical.

P. ¿Ah, sí?

R. Vicente Espinel era músico, y tiene una estructura de un sistema de tensiones. Mira el momento en que define la primera cuarteta de rima abrazada: abba acc, y cuando define la segunda cuarteta, tú piensas que va a cerrar en a porque ya estás preparado. Pero te pone la d, una rima nueva: te desconcierta. Cierra cddc, de vuelta en otra cuarteta de rima abrazada después de haberte sacado en otra dirección por un nuevo sistema de rima. Presenta una realidad. Amaga con devolvértela. A último momento te la cambia. Y cuando estás completamente desconcertado, te la cierra de vuelta con la misma estructura de la cuarteta de arriba. Eso es un sistema clásico de tensiones de la música. Nota aquí.




0 comentarios: