Llora el mundo
Ya no comprendo el mundo. Esta tristeza
que rompe los diarios y la carne,
que extiende -mancha sucia- el sufrimiento
Y el silencio. El cómplice silencio
ante el dolor del otro y de su muerte.
El silencio de Dios. Esta amargura
de un futuro de sombras y de miedos.
Está ya todo escrito a sangre y fuego:
la guerra; el hombre, lobo para el hombre,
la amargura de noches -no amanece-,
un futuro de espuelas y tormentas.
La mentira corriendo con la sangre,
el odio hacia el hermano, el hambre fiera
que devora a los niños y a los ángeles,
pintando en negro los mapas de la tierra.
La fiesta se acabó. Y, maldita sea,
no hay dios a quien pasarle la factura.
Estamos, amor, solos como sombras
perdidas en la lluvia. Y este frío…
(Llora el mundo. Me abrazo a tu cintura)
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