martes, febrero 11, 2025

The Rolling Stones

The Rolling Stones en River, 30 años después: majestades de la Patria Rolinga

La foto con Carlos Menem fue una de tantas curiosidades de aquel quinteto histórico de shows, que certificó el fanatismo local y habilitó otras tres visitas.

La imagen dio la vuelta al mundo, y no podía ser de otra manera. Hacía apenas dos años que Bill Wyman había renunciado a la banda, pero de pronto The Rolling Stones eran cinco otra vez. Allí estaban Keith Richards, Charlie Watts, Mick Jagger y Ron Wood. Y en el medio, el único sonriente, en su salsa, un inopinado Quinto Stone de traje amarillo patito: Carlos Saúl Menem. La escena tuvo lugar el 10 de febrero de 1995 en la Quinta de Olivos: una de tantas razones para fundamentar la clásica frase Argentina, no podrías entenderlo.

Más allá del protocolo para visitas ilustres, ¿qué llevó a comportarse como estrella de rock al mismo Presidente que dos años y medio antes tachaba de "forajidos" a otros músicos que también llenaron River, al punto de amenazar con una prohibición? Los Guns N'Roses podían venir generando escandaletes que se sumaban a la campaña sucia emprendida por Crónica, Mauro Viale y Samuel Gelblung -la bandera quemada, las botas con mierda y otros inventos-, pero esos ingleses llevaban décadas portando orgullosos el mote de Sus Majestades Satánicas. Pero el riojano estaba buscando su reelección, y Juan Bautista Yofre, asesor con rango de Secretario de Estado, le señaló que una foto con los tipos que iban a atestar cinco veces el Monumental era una gran idea. Y de paso le explicó quiénes eran los Stones, porque Menem no había sido precisamente un habitué de Halley en las proyecciones de Let's spend the night together.

La foto, al cabo, fue una más en la galería de famosos con los que Carlo quiso retratarse, de Claudia Schiffer a Michael Jackson. Una anécdota de resonancia planetaria, pero anécdota al fin (bueno, quizás no tanto: tres meses después, el Presidente obtuvo su reelección con el 49,95 por ciento de los votos, frente al escuálido 29 por ciento de José Octavio Bordón y el Frepaso). Pero lo verdaderamente importante sucedió a pocos kilómetros de Olivos, en Figueroa Alcorta y Udaondo. Los días 9, 11, 12, 14 y 16 de febrero, el Voodoo Lounge Tour y su impactante escenario con una "cobra" gigante que disparaba fuego convocaron a 300 mil personas e iniciaron un romance inquebrantable entre la banda y el público argentino que tuvo continuaciones en 1998, 2006 y 2016, quince conciertos sold out.  Nota aquí.



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