RECORDAR
Doblamos su esquina constantemente.
Las sombras y las luces
que allí se entremezclan adormiladas,
respiran bocanadas de aire limpio
y airean cada rincón emocional.
Al recordar,
habitamos, por un instante,
las habitaciones con muebles y utensilios que cubrimos en su momento con sábanas blancas.
Recordar, aunque duela.
Aunque la balanza entre pasado y presente esté descompensada.
Recordar, porque necesitamos equilibrar ambos para construir el futuro.
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