Una sonrisa luminosa
Van en grupo. Ríen. Hablan de algo.
Se detienen ante un escaparate.
Iluminan la calle que es ahora
el feliz territorio conquistado.
Muchachas de otro tiempo. Las contemplo
cuando pasan, ruidosas, a mi lado.
En el aire se queda su perfume,
olor a violetas y a recuerdos.
Dulces muchachas, frescas
como un amanecer en una playa.
Las miro con envidia en esa joven
explosión deslumbrante que es la vida.
Una de ellas se vuelve de repente,
me mira y me sonríe divertida.
Yo dejo de escribir. La poesía
es una tontería. No hay poema
que valga lo que vale esta sonrisa.
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