sábado, mayo 04, 2024

David Lebón

 "Lo peor que podés hacer es creértela"

El guitarrista y cantante presenta en el Arena un nuevo concierto que repasa canciones de toda su carrera, con algunas sorpresas que prefiere reservar: "Antes de un concierto siempre estoy nervioso, pero cuando piso el escenario sé que todo va a estar bien".

"Yo lo único que quería era tocar, tocar, tocar. Empecé con la batería pero es que tocaba lo que fuera, me dabas un triángulo y tocaba el triángulo...", dice el tipo, y se acuerda de un compañero de su primera banda, a los 13 o 14 años en Estados Unidos, que le aconsejó que no tocara el bajo "porque los bajistas no se levantan minas" y se larga a reír y dice que de todos modos a él ya lo fascinaba la guitarra. Y es de agradecer que así fuera. Porque las manos que grafican la anécdota con ademanes pertenecen a un tal David Lebón, que algo sabe de pulsar las seis cuerdas. Y esa sonrisa es la del tipo que uno vio sobre el escenario con Serú Girán, y que antes estuvo en unas banditas llamadas Pappo's Blues y Sui Generis y Pescado Rabioso y Polifemo y luego protagonizó tantas y tantas ceremonias en plan solista. Una sonrisa, una guitarra y una voz indisolublemente ligadas a la historia del rock argentino.

Lebón es historia. Su espectáculo y su lanzamiento más reciente se titula Herencia Lebón, pero quedó comprobado hace poco en el Teatro Opera y volverá a comprobarse este sábado en el Movistar Arena: Lebón es presente. Se cuelga la viola, revisita el legendario solo de "Esperando nacer" y el torrente de emociones que produce está sucediendo ahora. La sensación con él es que la guitarra es una extensión natural de su humanidad. No pasa con todos los guitarristas, le digo. Algunos tipos tocan extraordinamente bien, pero lo que tienen entre manos no deja de ser un instrumento. Pueden estar tocando con apasionado sentimiento, pero no es lo mismo.

-¿Estoy exagerando, idealizando? ¿Qué te pasa cuando te colgás la guitarra después de tantos años?

-No sé, yo me sigo volviendo loco con las guitarras, a los de Gibson los tengo locos, tengo como 22 y sigo fascinado con las que veo, las quiero probar, ver cómo suenan, miro lo que sale y digo "uh, esa me encantaría"... yo estoy más que feliz. No puedo creer lo que... yo le digo a la divinidad, a la creación, a Dios, el nombre que le quieras poner, que de entrada me regaló esto, vine con eso. Y la inspiración viene de adentro también, y si vos practicás el adentro... Yo agarro la guitarra y no me preocupo si voy a tocar bien o mal, sale. El otro día estuve en La peña de morfi y la pasé bomba, tocamos súper bien, yo sentía que ellos sentían lo que me pasaba a mí. Vos me das, yo te doy, es un puente de corazón a corazón.

-Y si empezaste con la batería, y en realidad terminaste tocando de todo, ¿qué fue lo que te fascinó de la guitarra?

-Fue mi vieja, que fue la persona que más me ayudó. A mi vieja le pasaron un montón de cosas, estuvo en la Segunda Guerra Mundial y fue torturada, y superó todo y terminó siendo una madre espectacular. Y ella empezó a amar a los Beatles, y yo los escuchaba y quería ser eso, y ella veía cómo estaba todo el día, escuchando y bajando los discos a 16 rpm para sacar los temas... Y un día me cae con un estuche cuadrado, "mamá, ¿qué compraste?" Pues eso es una guitarra, y te va a encantar cuando la abras. Era una japonesa, Kent, abrías el estuche y lo dejabas parado, y tenía un parlante y el volumen. Yo tenía 13 años y me la llevaba a todos lados. Iba a la plaza, la abría y me ponía a tocar ahí. Y tenía ese pequeño parlante donde ya podías acoplar... en ese tiempo ya volaban los quías, era impresionante.

-Amor a primera vista, entonces.

-Sí, quería tocar, porque lo de contar llegó después. Me interesaba más la viola. Toqué el bajo, también: con mi vieja compramos un bajo Harmony de caja. Y empecé a copiar a McCartney, Paul para mí es el mejor bajista que hay en el mundo, lejos. Porque él compone sobre la composición, no se dedica solo a tocar. Yo me moría con The Beatles.

-En esa época tenían como una dimensión mítica, ¿no? No eran solo las canciones, significaban...

-Yo sentí que Dios un día dijo "voy a mandar a un grupo para que inventen la juventud". Charly dice que los Beatles inventaron la juventud, y es verdad. Después obviamente empezaron a salir grupos que... no es que los corrían, nunca voy a cambiar a los Beatles por Zeppelin, pero Zeppelin a mí en un momento dado, o Procol Harum, fueron grupos que también me hicieron olvidar un rato. Y así pasaron muchos grupos que tuve la suerte de ver en vivo, no me puedo quejar. Nota aquí.



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