Te recuerdo
Te recuerdo, aún y todavía.
Pero ya en esta paz que dan los años,
el corazón tranquilo, aunque resuene
En noches como ésta, cuando el cielo
es cuajaron de estrellas, me detengo
en los versos escritos, cuando eras
la palabra más dulce que habitaba mi boca.
Recuerdo de esas calles, vida abierta a la vida,
el vino de la tarde, aquellas largas noches
de luz, eternas glorias. Y tú como un relámpago
de dicha entre mis manos.
No sé dónde te fuiste ni quien eres ahora,
en el lento desastre de mis días azules.
Sólo un rumor lejano, muy pequeño, una sombra
apenas del ayer, casi seco silencio.
Te evoco en esta ahora, cuando el mundo es un cuarto
de hospital en que espero
-muy cansado y muy solo-
la visita de médicos y de antiguas amantes.
Mientras muere mi mundo,
esta suave tristeza de aquellos viejos días
se me duerme en el pecho como un niño pequeño
y le rezo a tu nombre, ciego dios olvidado.
(Yo te recuerdo aún. ¿Tú me recuerdas?).
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